En un mundo de productos en serie, crear algo con las manos, con tiempo y con alma es una forma de resistir. Así nació Tu Mundo Mapas, un emprendimiento de mapas de madera en 3D hechos con pasión, desde el diseño hasta el último pincel. Hoy te cuento cómo empezó esta aventura y por qué cada pieza que sale del taller no es solo decoración: es una historia que merece ser contada.
Todo empezó con una pasión (y una chispa creativa)
Siempre me gustó trabajar con las manos. La madera, los mapas, los viajes, los recuerdos... Todo eso se mezcló un día, casi sin querer, cuando diseñé el primer mapa de madera solo por gusto personal. Sin pensar en venderlo. Solo porque quería ver el mundo en mi pared, a mi manera.
Ese mapa era mío. Pero algo pasó: empezó a llamar la atención. Amigos, conocidos, y después gente desconocida me empezaron a preguntar: “¿Dónde lo conseguiste?”, “¿Lo hacés a pedido?”. Y sin buscarlo, empezó un camino que no paró de crecer.
De un mapa propio a cientos de pedidos únicos
Lo que empezó como un proyecto personal se transformó poco a poco, gracias a los pedidos de personas que se enamoraban de lo que yo ya estaba enamorado.
Gente que quería regalar un pedazo de su historia. Parejas que buscaban un mapa con las ciudades donde se conocieron. Corredores que querían un medallero distinto. Viajeros que querían marcar cada país recorrido. Cada historia me inspiraba a crear un nuevo diseño.
Así nació el medallero modular, los escudos personalizados y las versiones únicas del mapamundi en madera 3D que hoy ves en la tienda.
Lo que me mueve todos los días
Para mí no se trata de cortar madera. Se trata de crear piezas que representen historias reales. Porque sé que la gente que elige Tu Mundo Mapas no está buscando un cuadro más. Está buscando algo que diga “esto es mío, esto me representa”.
Por eso todo se hace a mano, en mi taller, cuidando cada detalle. Por eso elijo materiales nobles, barnices suaves, y personalizo cada mapa como si fuera el único. Porque lo es.
¿Qué es hoy Tu Mundo Mapas?
Hoy Tu Mundo Mapas es mucho más que un emprendimiento. Es una comunidad. Está formado por gente que ama viajar, que valora lo hecho a mano, que quiere regalar distinto, que celebra sus logros con orgullo.
Mis productos llegan a hogares de toda Europa, sobre todo España, y me emociona cada vez que alguien me dice:
“Gracias por crear esto, no sabía cuánto lo necesitaba hasta que lo tuve en mis manos.”
Si leíste hasta acá, capaz entendés por qué cada pieza que hago no es solo un mapa. Es una forma de contar una historia con madera, color y cariño.